¿Qué es el refuerzo positivo?
Para comprender la conducta humana, nos podemos plantear el organismo psíquico como una máquina que responde ante ciertas órdenes. A estas órdenes las llamamos estímulos, cada estímulo generará una respuesta del organismo. Por ejemplo, si me das un beso, sonrío. Si me das un golpe, huyo.
Dentro de los estímulos podemos distinguir dos tipos: el estimulo que agrada (estímulo apetitivo) o el estímulo que desagrada (estímulo aversivo). También podemos clasificar los estímulos en función de lo que queremos conseguir con ellos. Si queremos fomentar una conducta, lo llamaremos refuerzo y si queremos evitar una conducta, lo llamaremos castigo.
Cuando añadimos un estimulo, hablamos de estimulación positiva, y si retiramos un estímulo, hablamos de estimulación negativa.
De este modo, si le damos a un caramelo a un niño para que haga una determinada tarea, estamos realizando un refuerzo positivo. Si le quitamos un impedimento (por ejemplo apagamos un sonido desagradable) estamos aplicando un refuerzo negativo.
Cuando aplicamos un estimulo desagradable, para que se deje de hacer algo, por ejemplo, le damos un calambre a una paloma para que se ahuyente, estamos aplicando un castigo positivo, o si ponemos una multa, quitamos dinero, aplicamos un castigo negativo.
El refuerzo positivo es una forma de estímulo que se utiliza para aumentar la probabilidad de que una persona vuelva a realizar una determinada acción. Se utiliza en el contexto de la psicología positiva, que se centra en la promoción del bienestar y el desarrollo de las personas. El refuerzo positivo se puede aplicar a cualquier área de la vida, desde el trabajo y el estudio, hasta las relaciones personales, desde mi experiencia como Psicólogo en Valladolid te voy a explicar los tipos de refuerzos que hay.
Tipos de refuerzos positivos
Los refuerzos positivos se pueden dividir en tres categorías principales: eventos, estímulos y actividades. Cada uno de estos tipos de refuerzos positivos tiene sus propias ventajas y desventajas, y se pueden utilizar de manera efectiva en diferentes contextos.
Eventos: Los eventos positivos son cosas que ocurren en el mundo exterior que sirven como refuerzos para el comportamiento deseado. Por ejemplo, si un niño se porta bien en la tienda, puede ser recompensado con un dulce. Los eventos positivos pueden ser muy efectivos, pero también pueden ser costosos y difíciles de controlar.
Estímulos: Los estímulos positivos son señales externas que sirven como refuerzos para el comportamiento deseado. Por ejemplo, si un niño se porta bien en la tienda, puede ser recompensado con una sonrisa o una palmadita en la espalda. Los estímulos positivos son menos costosos y más fáciles de controlar que los eventos positivos, pero pueden ser menos efectivos.
Actividades: Las actividades positivas son actividades que el individuo puede realizar para reforzar el comportamiento deseado. Por ejemplo, si un niño se porta bien en la tienda, puede ser recompensado con un juego. Las actividades positivas son menos costosas y más fáciles de controlar que los eventos positivos, pero pueden ser menos efectivas.
Otros tipos de refuerzos positivos
Refuerzo positivo natural:
El refuerzo natural se produce cuando el animal o persona está motivado internamente para realizar una acción. Este tipo de refuerzo se produce de forma natural y no requiere de ninguna intervención externa. Los ejemplos de refuerzo natural pueden incluir la sensación de placer o satisfacción que se produce al comer o beber, o el aumento de la autoestima que se experimenta al lograr un objetivo.
Refuerzo positivo social:
El refuerzo social se produce cuando la aprobación o el reconocimiento de otras personas sirve como motivación para que una persona realice una acción. Este tipo de refuerzo puede ser positivo o negativo, dependiendo de si las reacciones de los demás son favorables o no. Los ejemplos de refuerzo social positivo incluyen la aprobación de un superior en el trabajo, el elogio de un amigo o la admiración de un extraño. Por otro lado, el refuerzo social negativo se produce cuando la aprobación de otras personas es indispensable para evitar el castigo o el rechazo.
Refuerzo positivo individual:
El refuerzo individual se produce cuando una persona es recompensada por su propio esfuerzo y no por el de los demás. Este tipo de refuerzo se basa en el principio de que las personas están motivadas por el deseo de lograr sus propios objetivos y no por el de ayudar a los demás. Los ejemplos de refuerzo individual incluyen la satisfacción que se experimenta al superar un reto o alcanzar un objetivo, así como el orgullo que se siente por el logro.
Refuerzo positivo tangible:
El refuerzo tangible se produce cuando se ofrece una recompensa material o monetaria por el logro de un objetivo. Este tipo de refuerzo se utiliza a menudo en el ámbito laboral, en el que las personas pueden ser recompensadas con un bono o un aumento de sueldo por el buen desempeño. También es común en el ámbito educativo, en el que los estudiantes pueden ser recompensados con una buena calificación por el esfuerzo y el trabajo duro.
Ejemplos de refuerzo positivo
- Un niño está tratando de aprender a leer. Cada vez que logra leer una palabra correctamente, se le da una pequeña recompensa, como una estrella de pegatinas. Esta recompensa es un refuerzo positivo que motiva al niño a seguir practicando la lectura.
- Una persona está tratando de dejar de fumar. Cada vez que logra no fumar durante un día determinado, se le da una pequeña recompensa, como una barra de chocolate. Esta recompensa es un refuerzo positivo que motiva a la persona a seguir esforzándose por dejar de fumar.
- Un empleado está tratando de mejorar su rendimiento en el trabajo. Cada vez que logra cumplir con un objetivo específico, se le da una pequeña recompensa.
Soy psicólogo por vocación. Me gusta ayudar a la gente a mejorar. Mi pasión es la Psicología y la ejerzo con la intención de hacer del mundo un lugar mejor. Si tienes un problema puedes contar conmigo. ¿Hablamos?.
Grado en Psicología por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Master Universitario en Psicología General Sanitaria por la Universidad Europea de Madrid (UEM), Master en Psicoanálisis cursado en el Instituto de Neurociencias y Salud Mental de Barcelona (INSMB).