ACULTURIZACIÓN
Aculturización
Gracias a la velocidad de la información, en la era actual, se tiene noticia de que a una mujer la están apedreando por adúltera, en una plaza pública de cualquier lugar del globo, en este mismo momento; en la India, los consejos de ancianos de las tribus la condenarían a un estupro colectivo; en Japón, la sra. Fumiko Kimura, residente en los estados unidos de américa, sintiéndose humillada al saber que su marido la traicionaba, mató a sus hijos y al sobrevivir al intento de suicidio, fue procesada como homicida por la muerte de los hijos, costumbre aceptada en la cultura japonesa, por la humillación sufrida, siendo el delito que se tipifica de es modo como homicidio (manslaughter) y no como de asesinato ( murder), considerado menos grave para el Derecho Penal americano. Un hindú, según dicen sus tradiciones y para homenajear a un ser querido fallecido, tiró serrín, semillas y flores a un río holandés, lo que se considera delito de contaminación en este país; una madre africana mató a su hijo que nació albino. Quince individuos del pueblo de Haryana, al norte de la India, fueron procesados de homicidio, tras haber ejecutado a una joven pareja que no quiso acabar su relación. La ejecución había sido autorizada por la misma familia del joven. Ejemplos así, sumados a la circuncisión de las mujeres, a la cuestión de las brujas quemadas en las hogueras, aún hoy, de los asesinatos en pos del honor, y de tantos otros casos, desafían la escucha psicoanalítica y el Derecho Penal, puesto que la cultura cada
vez más se manifiesta como algo a ser analizado de modo diferente de lo que tradicionalmente es percibido.
En el caso brasileño, por ejemplo, en lo que dice en relación a la cultura indigenista, vemos que son conservados trazos fuertes de hábitos ancestrales, que no pueden ser ignorados, sea en la faceta judicial, sea en la salud pública. concretamente en lo que se refiere a las relaciones sexuales entre los indígenas brasileños, hay que tener en cuenta que, a menudo, la cultura local permite al hombre, aún niño, elegir con quien desea casarse, sin que la novia tenga derecho a hablar respecto a ello. Es muy habitual que la vida sexual empiece muy pronto, cuando la niña menstrúa, estando, así, lista para la procreación, según la biología. Ante el hecho, es evidente que muchos bebés nacen prematuros y, como no tienen el acompañamiento necesario, la mortandad acompaña esta realidad. Cuando el parto ocurre con éxito y el bebé es sano, todo se mantiene como un secreto entre los componentes de la tribu. Sin embargo, cuando la madre o el recién nacido corren riesgo de vida o fallecen, los hechos llegan a los organismos oficiales o a la policía y empieza, entonces, la investigación y la persecución judicial.
Así pues, tanto el Derecho Penal como el Psicoanálisis, no pueden prescindir de algunos análisis en el campo de la cultura, y más concretamente respecto de la aculturización ya que se preocupan en ayudar al individuo a convivir socialmente. Mientras el Psicoanálisis ofrece las herramientas que posibilitan al sujeto a encontrar sus propias herramientas creativas para enfrentar sus problemas internos y, tener mejor calidad de vida, el Derecho, a través de la ley, establece los límites para la convivencia organizada, para cumplir el objetivo de proteger al sujeto de sus propios impulsos hostiles. A partir de lo dicho, el presente artículo propone una reflexión sobre cómo el Psicoanálisis y el Derecho pueden conducir tales cuestiones.
En una carta al científico A. Einstein, Freud dice algo que puede aplicarse a la aculturización: que ¨todo aquello que impulsa el crecimiento de la civilización lo hace en contra de la guerra¨. Él se ocupó de explicar que el hombre no solo está dotado de las pulsiones de vida, es decir, de conservación (Eros), sino también de pulsiones agresivas y/o de destrucción, que necesitan convivir en equilibrio, puesto que ambos se sustentan mutuamente. De hecho, no se podrán eliminar los impulsos hostiles del ser humano, porque ellos actúan también a favor de la creatividad y de la vida y es la sublimación de la pulsión la que hace posible el desarrollo de la cultura, tan importante en la vida de la civilización.